es la confusión de vasos que a veces ocasiona
Más de un trago de aguarrás ha caido po´l coleto
pensando, concentrado en la visión,
que sería el cubatita de rigor
En el caso del poliester, más al tanto del asunto,
comencé a usar recipientes reconocibles al tacto
y claramente diferentes a los vasos cubateros
No quiero imaginar lo que habría sido un buchito
del polímero de marras endureciendose en mi estómago
Aún así, mis pulmones se han saciado del jodío tisotrópico
que se añade para que no deslice en verticales;
polvillo volatil como el que más y altamente cancerígeno, dicen
modelado en arcilla para sacar de él un molde
Este serviría para la pieza hueca definitiva
que enmascararía al grifo de cerveza
Desgraciadamente, no tuve en cuenta el peso de la silicona
-demasiados cubatitas, creo, machacaron mi paciencia-
y aquello comenzó a engordar de manera alarmante
Hubo que amputar, claro.
no me corto un pelo y lo abandono durante una temporada X
metiendome en otras zarandajas -todo vuelve. No hay problema
Así que, me vine pa Madrí y volví a llenar de pelos de fibra
en un segundo intento y esta vez más acertado,
la terraza de mi casa
Ahora el cohete era de "manufactura kamikace"
maltrecho y abollado tras continuos alunizajes al encuentro de su amada
La propia Luna engalanada de feria con un traje de lunares típico
La historia es que el Cohete acaba casándose con Ella y
de luna de miel, viajan hasta Conil
a practicar submarinismo en la pecera del bar.
De ahí la escafandra y el tubo respirador
El estanquero -tres o cuatro portales más abajo del bar-
alucinó bastante, tantas veces pregunté por vacias cajas de tabaco
-"Es que estoy haciendo un faro" dije con cara de tomarle el pelo
Luego, al explicarle, cambió el mosqueo por una sonrisa y...
volví al tajo con materia suficiente para el armazón del aparato
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