Un día que estabamos tomando potes por Vitoria
el dueño de uno de los pocos bares con música que por entonces había, nos retó a que le hicieramos
un estropicio en la pared. "no hay huevos" -dijo-
"vosotros que os llamais artistas..."
Asi que, esa misma noche, nos llevamos pinturas
y unos kilos de arcilla y comenzamos a manchar paredes
y bebernos el bar de gratis
Fue mi primer contacto muralicio
Y qué gratamente sorprendidos nos dejó a todos!
Lo del compi con la arcilla fue peor, pues se le secaba
y se quebraba en los sitios delicados
Son las figuras de la parte de arriba
Este compi es el mismo que aparece en el "Atarrabi"
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