Distraido andaba por Madrid cuando, de repente...
telefonazo de un colega vitoriano:
-"Voy a abrir un bar en Conil. ¿Me harías un tiburón?. Baja y te explico".
Resulta que quería le hiciese un tiburón vestido de frac, gorra marinera,
y camiseta a rayas. En plan macarra total, y...
¡fumándose un canuto descomunal!.
El bar iba a llamarse "El Pez Que Fuma", como no!.
La idéa era curiosa y divertida así que, me fuí a por fibra de vidrio y poliester...
Y esto es lo que salió:
El cigarro tenía la brasa de quita-y-pon, dejando meter en su interior
uno de esos conos de incienso. ¡Vaya si echaba humo el bicho!.
Para imitar la tela del frac usé sabanas viejas convenientemente cortadas.
Y en la playa, me abastecí de arena para darle una testura pinchosa
y desagradable al tacto, como buen tiburón y encima macarrónico, que era.
Tampoco me pasé mucho pues, iba a estar en medio del bar, entre la gente.
Pero, ¿quíen es jefe sin acólitos?
Bien: tuve que pegarme otras vacaciones en Conil y pensar en ello
entre paseos y escuchas (en algunos bares del pueblo),
a los auténticos flamencorros. Gente desconocida que salía de gira y
comenzaba a improvisar cuando llevaba 7 güiskis en el cuerpo.
Y los sicarios fueron apareciendo poco a poco.
Están hechos con plancha de contrachapado a la que di ciertas curvaturas
Esto es para que no fueran cosas planas. Odio los cuadros cuadraos
Todo esto fué allá por el 96, en noviembre y diciembre.
Y por febrero del 97
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